Estoy durmiendo en mi cama, en mi habitación, en mi casa. Son las 3 de la mañana, de repente noto muchísimo frío, con los ojos cerrados me incorporo un poco para coger la sábana y taparme…pero no la encuentro. Abro los ojos y veo la ventana de mi habitación abierta, hasta arriba, estoy temblando tengo más frío del que pensaba. No encuentro la sábana, ni mantas ni nada, en la cama estoy yo sola. Ahora ya no solo tiemblo de frío sino también de miedo. Ha tenido que entrar alguien para abrir así la ventana. Me levanto de la cama, pongo los pies descalzos en el frío suelo, tirito, me acerco a la ventana y la cierro. Cuando voy de camino a la cama me parece ver una sombra sentada en la silla de mi escritorio. Me muero de miedo pero por dentro pienso que serán cosas mías, no es la primera vez que me emparanoio de esa manera…De todas formas por si acaso me tumbo en la cama y le doy al interruptor de la luz. No va, no se enciende la luz… ¿Qué está pasando?
Mis ojos se están acostumbrando más a la oscuridad, aunque entra un pequeño rayo de luz de las farolas por la persiana. Intento evitarlo pero no puedo, vuelvo a dirigir la mirada hacía la silla…la sombra sigue ahí. Inmóvil, me quedo mirando fijamente, entrecerrando los ojos para enfocar y ver si consigo ver mejor. De repente la sombra se mueve… ¡Oh dios! Tiene forma humana, pero sigo viendo negro, se acaba de poner de pie, ahora tengo muchísimo más frío. Quiero gritar pero parece que la garganta está congelada, noto la boca seca. La sombra se acerca a mí…por alguna extraña razón no puedo moverme, le miro con muchísima curiosidad ¡necesito saber qué es! De repente esa sombra se desliza sobre mi cuerpo, me tumba boca arriba y me inmoviliza los brazos. Aunque parece un cuerpo grande apenas pesa, noto su ropa fría caer por mi cuerpo pero suavemente, acariciándome. Estoy congelada en todos los sentidos, noto una mano fría acariciándome la cara, las mejillas, los labios, el cuello…tengo el corazón a mil. No entiendo nada, estoy aterrada pero a la vez me gusta. Noto como me besa en los labios lentamente, a pesar de estar helada también estoy ardiendo.
Por dios, tengo un extraño en mi habitación posiblemente apunto de violarme y yo me estoy dejando! Menos mal que esto nunca saldrá a la luz…
…Y así fue, pero la que nunca más salió a la luz fui yo.
De repente siento que sus besos bajan hacia mis orejas, mi cuello, mi clavícula…el deseo aumenta, él lo nota, nota mi respiración y mis pulsaciones. Sabe que le pertenezco, que soy suya, sus elegantes movimientos y su tranquilidad lo aseguran. Siento que esto tenía que pasar, en este preciso momento siento como si hubiera estado esperándole siempre, no me sorprende, sigo disfrutando de sus labios…ahora me besa las muñecas, baja hacia mis muslos, yo cada vez estoy más agitada. Y cuando ya no puedo más… noto como se incorpora bruscamente, me hace el cuello hacia un lado y noto un mordisco intenso. Sus manos siguen apretadas a las mías, sigue mordiéndome, cada vez noto que lo hace más fuerte, siento que voy a morir de un placer doloroso único. Uf quiero morir ya… “venga hazlo”. Parece que me oye pensar y de repente…muero….
¡Feliz Halloween!
Muy bueno, realmente tienes mucha arte para esto. La atmósfera muy lograda, la tensión palpable y el erotismo sutil pero poderoso. Desde luego se te da muy bien escribir. Me ha recordado a ese relato magnífico también en los comienzos de este blog "¿La poesía amansa las fieras?". Sigue así, espero con ansias el próximo.
ResponderEliminarBesos,
Gracias peque,eres un sol, muchas gracias de verdad. Solamente por tus comentarios ya merece la pena escribir aunque sea algo tan simple (por mucho que digas xD)
ResponderEliminarjajajaja, está genial Mery! Felíz Halloween para tí también :P
ResponderEliminar