Un pequeño secreto alado

¿Os cuento un secreto? ¿A que no sabéis cual es el resultado de juntar dos cuernos? No, no hablo de infidelidad, ni de toros, hablo de dos cuernos de unicornio. Dos cuernos de unicornio son unas alas. Sí, no, no estoy loca. Veréis, además del colibrí, la lechuza, los perros y demás animales que he ido nombrando aquí, también llevo desde un tiempo relacionándome con otros animales. Sí, no, no me refiero a los hombres cerdos, me refiero a los animalitos de la siguiente historia…

Pues el otro día, me pasé por mi cueva oculta tras las montañas, cerca de un lago rodeado de vegetación. El agua del lago hacía brillar las hojas de los árboles y este brillo reflejaba en el agua del lago. A su vez también en las gotitas de lluvia que me empaparon ese día. Me gusta refugiarme allí para no pensar, para oír y para sentir. Al grano, el caso es que de repente, cuando entro en mi cuevita, me encuentro durmiendo allí a…a…un caballo! No, espera, no era un caballo, era un…¡¡Pegaso!! Después de la sorpresa, las presentaciones y las conversaciones de turno…Pegaso y yo nos fuimos a la orilla del lago, quería contarme algo relacionado con su origen y sus papis.

-Pues verás, ama Mey

-No me llames ama

-Pero ahora seré tuyo para siempre

-Vale, pero seremos amigos, no me llames ama, continua caballito…

-Pues verás Mey…a pesar de todos los mitos terrestres que hay sobre mí, yo sé el verdadero y sé mi origen mejor que ningún humano.

-Vale ¿pero de qué mitos hablas exactamente?

-¿No lo sabes? Dicen, los griegos estos, que nací de la sangre que derramó la cabeza de Medusa cuando Perseo se la cortó y la mató. Luego conocí a un tal Belerofonte. ¡Menudo hombre más ambicioso! Yo vuelo -además de con estas alas- moviendo las patitas al igual que si corriera por el suelo. También tengo el poder de crear agua allá donde piso. Como todo el mundo sabe, tengo un carácter un tanto indomable…

-Sí Pegaso, como yo a veces.

-Serías buena Pegasa entonces. Continuo. Pues nada que el señor Belerofonte se propuso de reto tenerme bajo su mando y conseguir montar sobre mí. Consiguió capturarme y convertirme en su compañero de hazañas. Entre ellas derrotar a la Quimena, una bestia de múltiples cabezas. Pero como dije, el amigo Bele, era muy ambicioso y quería convertirse en Dios también, conmigo como mascota. Así que claro, nuestro amigo Zeus se cabreó y mandó a Belerofonte al cuerno, dejándome a mi libre. Después de eso mi vida profesional fue en aumento…Fui el creador de la Fuente Hipocrene, la fuente inspiradora de las Musas. Más adelante Zeus me nombró portador del Rayo y del Trueno, y el encargado de conducir el carro de Aurora. Ya al final Zeus me subió al cielo en forma de constelación, formada por 4 grandes estrellas brillantes en forma de cuadrilátero.

-Pero eso último si es cierto, eres una constelación

-Sí, soy una constelación. De las más famosas del hemisferio norte. La forma más fácil de encontrarme es buscar el cuadrilátero o a Andromeda, que se sitúa cerca de mi e incluso forma parte de mí. Debido a mi gran tamaño limito con muchas otras constelaciones como la del Cisne, Piscis o Aquarius. La constelación esta libre de nubes y polvo interestelar que se proyectan en la Vía Láctea, por eso podéis observar cúmulos globulares y galaxias con cierta facilidad.

-Fantástico Pegaso, pero me he quedado con la duda…Según tú ¿Cuál es tu origen real?

-Pues verás ¿sabes lo que es un unicornio no? Mis padres eran unicornios. Dos unicornios respetables, majestuosos, gloriosos, magníficos. Sus cuernos tenían el mismo tipo de brillo. Otro día te hablo de los unicornios. Fue amor a primera vista. Mi padre era un unicornio negro, el único en el mundo. Mi madre lo conoció en un lago parecido a este( que por cierto he creado yo)…y luego ya te puedes imaginar cómo nací. Es un misterio sí, eso de dos cuernos = alas es un tanto raro, pero lo raro es lo que convierte a las cosas en algo especial.

-Por eso eres especial.¿Y ahora dónde están tus padres?

-En algún lugar escondido del mundo, en algún paraíso mágico, en los sueños de los niños, en los castillos de princesas y en tu imaginación si así lo deseas.

-¿Y por qué no estás con ellos? Les echarás de menos…

-No los veo desde que Zeus me convirtió en constelación, lo último que recuerdo es ver a mis padres con lágrimas en los ojos, aunque orgullosos por ver a su hijo en el lugar donde reside la magia en la Tierra, en el Cielo Nocturno. A veces trafico mensajes con la luna para comunicarme con ellos.

-Bonita historia Pegaso, debo irme ya o sino mis padres me mandarán al cielo también…

-Ah por cierto Mey, te recomiendo la película de fantasía “Legend”, en la que aparezco con unicornios.

-Gracias! lo tendré en cuenta. El último trabajo tuyo que vi fue la de Hércules de Disney. Hasta otra Pegaso.

-Hasta la próxima Mey, la próxima vez ven de noche, le diré a la Luna que te ilumine.

-¿Eso quiere decir que ahora mismo estoy hablando con una constelación?

-Es un misterio.

De camino a casa, ya anocheciendo y pensando en lo maravilloso de lo que acababa de pasarme… me encontré con algo que probablemente será el regalo que le haré a Pegaso la próxima vez que nos veamos ,lo guardará toda su vida…”¡le va a encantar!”